Ácidos Húmicos

En el mundo agrícola se define el término Fertilidad como el equilibrio del Agroecosistema destinado al cultivo.

Hasta la aparición de los abonados con aportación de fertilizantes NPK, de origen natural primeramente, y obtenidos químicamente después, los agroecosistemas permanecían estables, dependiendo su producción agrícola de la propia regeneración del suelo y de los aportes orgánicos producidos dentro del propio agroecosistema (raíces, pajas, hojas, estiércol, barbechos, etc.).

En el estudio de la fertilidad de los suelos de cultivo, está perfectamente demostrada la necesidad de la Materia Orgánica en la evolución de la fertilidad del suelo.

Con la utilización indiscriminada de los fertilizantes químicos en las últimas décadas, se han conseguido aumentar las cosechas de una forma espectacular, pero el uso y abuso de estos fertilizantes han agotado las reservas de Materia Orgánica y de Humus en los suelos, desequilibrando el agroecosistema, dado que se ha extraído mucha mayor cantidad de Materia Orgánica y Humus del que se ha producido o aportado.

La pérdida de Materia Orgánica y Humus en los suelos de cultivo por la excesiva explotación mediante fertilizantes químicos, da como resultado el aumento de la salinidad, de la conductividad, el bloqueo de macro y microelementos, la pérdida de capacidad de retención de agua, etc., y en esencia, la pérdida de fertilidad.

A fin de regenerar los suelos explotados o faltos de fertilidad es necesario aportar Materia Orgánica, pero debemos tener en cuenta que únicamente tiene actividad la parte humificada de la misma, dicho de otra forma, aquellas fracciones de Materia Orgánica que están trasformadas en Ácidos Húmicos y Ácidos Fúlvicos.